Creo que esto ya te lo dije, pero lo diré de nuevo porque soy genial.
¡Feliz cumpleaños, guapo!
El día aún no termina así que aún cuenta. Y como fui la primera en saludarte, quiero ser la última también.
Espero que hayas tenido un día maravilloso, lleno de comida deliciosa, regalos lindos y todo el amor del mundo. Recuerda que te mereces el universo entero, aunque me hace sentir triste el saber que no puedo dártelo.
Ahora que eres legal espero que me compres mucho alcohol. Debía
recordártelo. ¿?
Me gustaría poder decirte muchísimas cosas re mamonas y tiernuchas, pero mi cerebro acaba de enfriarse y creo que soy un manojo de alergias e ideas desordenadas, pero intentaré hacer mi mejor esfuerzo.
Ya han sido varios meses desde que te conozco (14/07/2016 a las 9:12 pm. Lo descubrí), y en todo ese tiempo comencé a agarrarte un cariño muy especial, y que de hecho ahora es aún más especial y es que… No lo sé. Eres diferente, eres especial, eres muchas cosas para mí. Haces que me sienta cómoda hablando contigo y eso ha ocurrido desde que nos conocimos. Recuerdo que el día que nos conocimos estuvimos hablando muchísimo y desde ese momento pensé “bien, este chico será especial”. Y vaya que lo eres ahora, más de lo que crees.
Espero que este sea el primer cumpleaños de muchos más que pase contigo, molestándote y poniéndome mamona a estas horas de la madrugada. Suele ser así siempre, así que podrías ir acostumbrándote.
¿Recuerdas que una vez te dije que a veces siento la necesidad de enseñarle a las personas especiales lo importantes que son o lo mucho que las quiero? Pues es lo que aprovecharé de hacer en este súper saludo de cumpleaños.
Gracias por ser como eres conmigo, por ser tan tú. Y disculpa el atrevimiento, pero eso me gusta mucho. Gracias por querer conocerme, por esmerarte en ello, aún cuando a veces soy lo más aburrido y enredado que pueda existir. Realmente admiro cuando una persona se queda, y se toma la molestia de interesarse en mí como tú lo has hecho.
¿No crees que es mucha mamonería? ¿Ya te he aburrido? Lo siento, aún no termino, resiste unas líneas más.
Te quiero, Noah. Y espero que tú aún me quieras cuando me transforme en una enana histérica, cuando tenga el rostro hecho un desastre cada mañana, cuando esté enfadada porque se acabó mi té verde, cuando pase horas y horas pegada a la ventana mirando las estrellas o las luces de la ciudad, cuando llore como una niña pequeña recordando cosas del pasado o simplemente cuando salga a la luz mi peor lado.
Creo que le salvé la vida a algún rey en mi vida pasada como para poder conocerte en esta.
Gracias por aparecer en mi vida, viniste a hacerla mucho más bonita.
Te quiero, Noah.
Noah Havens